La inteligencia artificial adaptativa (IAA) permite a las empresas ajustarse rápidamente a cambios imprevistos y ser resilientes ante interrupciones. Aquí te presentamos información sobre cómo funciona, por qué es importante para los negocios y cómo implementarla.
A diferencia de los sistemas de inteligencia artificial (IA) tradicionales, la IAA puede modificar su propio código para adaptarse a los cambios en el mundo real que no fueron conocidos o previstos cuando se escribió el código por primera vez. Las organizaciones que construyen adaptabilidad y resistencia en sus diseños pueden reaccionar de manera más rápida y efectiva ante las interrupciones.
Se espera que para 2026, las empresas que hayan adoptado prácticas de ingeniería de IA para construir y gestionar sistemas de IAA superen a sus competidores en la cantidad y el tiempo que les lleva operacionalizar modelos de IA en al menos un 25%.
La IAA combina un conjunto de métodos (por ejemplo, diseño basado en agentes) y técnicas de IA (por ejemplo, aprendizaje por refuerzo) para permitir que los sistemas ajusten sus prácticas y comportamientos de aprendizaje, adaptándose a las circunstancias cambiantes del mundo real mientras están en producción. Al aprender patrones de comportamiento de experiencias humanas y de máquinas en entornos de tiempo de ejecución, la IAA ofrece resultados más rápidos y mejores.
Para implementar sistemas de IAA, es necesario contar con la colaboración de representantes de diferentes áreas de la empresa, como negocios, TI y funciones de soporte. Deben identificar los casos de uso, proporcionar información sobre las tecnologías y los impactos en la contratación y recursos. La ingeniería de IA desempeñará un papel crítico en la construcción y operacionalización de las arquitecturas de IAA.
En última instancia, los sistemas adaptativos permitirán nuevas formas de hacer negocios, abriendo la puerta a nuevos modelos de negocio, productos, servicios y canales que romperán los silos de decisión.