La computación cuántica es una nueva generación de tecnología que presenta una velocidad y capacidad revolucionarias en comparación con las supercomputadoras actuales. Los países que lideren en esta tecnología tendrán ventajas tecnológicas y económicas sobre el resto del mundo.
La computación cuántica representa una nueva generación de tecnología que es 158 millones de veces más rápida que la supercomputadora más sofisticada de hoy en día. El potencial de un dispositivo tan poderoso es asombroso: podría lograr en cuatro minutos lo que llevaría a una supercomputadora tradicional 10,000 años. Durante décadas, nuestras computadoras han sido construidas basándose en el mismo diseño, ya sean máquinas enormes en la NASA o portátiles en casa, todas son esencialmente calculadoras glorificadas, pero lo más importante es que solo pueden hacer una cosa a la vez.
La clave del funcionamiento de todas las computadoras es que procesan y almacenan información a base de bits binarios. Estos bits solo tienen dos posibles valores, uno o cero. Es aquí donde entra la computación cuántica, que utiliza algo llamado 'qubits' en lugar de bits. A diferencia de un bit tradicional, un qubit puede ser uno, cero o ambos al mismo tiempo. Esto significa que una computadora cuántica no tiene que esperar a que termine un proceso antes de comenzar otro, puede hacerlos al mismo tiempo.
Además de la superposición, las partículas cuánticas también exhiben otro comportamiento extraño llamado entrelazamiento, que también hace que esta tecnología sea tan potencialmente revolucionaria. Cuando dos partículas cuánticas están enredadas, forman una conexión entre sí sin importar cuán separadas estén. Al modificar una partícula, la otra responde de la misma manera, incluso si están a miles de kilómetros de distancia. Con estas características únicas, la computación cuántica promete un impacto global en áreas como la seguridad nacional, la economía y la resolución de problemas complejos.