El Ministerio de Educación de Japón ha publicado nuevas pautas que permiten el uso limitado de inteligencia artificial generativa en las escuelas. Estas pautas reconocen la importancia de que los estudiantes comprendan el uso de la inteligencia artificial, pero también destacan preocupaciones sobre los efectos negativos en el pensamiento crítico y otras habilidades.
El Ministerio de Educación de Japón ha publicado recientemente nuevas pautas que permiten el uso limitado de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, entre los estudiantes. Estas pautas reconocen la importancia de que los estudiantes adquieran una comprensión adecuada de la inteligencia artificial y sus usos, pero también subrayan las preocupaciones sobre el efecto negativo de estas tecnologías en el pensamiento crítico y otras habilidades. El documento hace especial hincapié en limitar el uso de la inteligencia artificial por parte de los estudiantes y sugiere considerar las tareas que utilizan inteligencia artificial como plagio. Además, se recomienda que los profesores muestren casos de respuestas incorrectas dadas por la inteligencia artificial para que los estudiantes sean conscientes de su naturaleza, riesgos y limitaciones.
Estas pautas están dirigidas a escuelas de educación primaria, secundaria y superior y son provisionales. El ministerio planea seleccionar un número de escuelas secundarias y superiores para revisar el impacto de las pautas de inteligencia artificial como parte de un programa piloto. Japón espera que el uso de la inteligencia artificial contribuya a mejorar los resultados escolares, pero también reconoce los riesgos, como la filtración de datos personales o la infracción de derechos de autor, y la posible afectación de la creatividad y motivación de los estudiantes para aprender. El documento también destaca la importancia de educar a los niños en los aspectos éticos asociados con el uso de la inteligencia artificial y de concienciarlos sobre la introducción de datos personales en estas herramientas. Las herramientas de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, utilizan una amplia cantidad de datos de internet que pueden ser procesados para simular conversaciones humanas o crear imágenes.