La inteligencia artificial ha avanzado a tal punto que ahora se pueden generar textos y conversaciones con humanos, pero cómo las empresas pueden utilizar la IA sin dañar a los humanos es un tema importante. En este artículo, exploramos algunos consejos para mantener a los humanos en el centro de los esfuerzos de IA.

La inteligencia artificial ha avanzado a tal punto que ahora se pueden generar textos y conversaciones con humanos, pero cómo las empresas pueden utilizar la IA sin dañar a los humanos es un tema importante. En este artículo, exploramos algunos consejos para mantener a los humanos en el centro de los esfuerzos de IA. En primer lugar, es importante no caer en la 'fiebre sin fricción'. Si bien la automatización puede hacer que las cosas parezcan más fáciles al eliminar la fricción, como en el caso de hacer compras con solo escanear el rostro, esto no siempre es algo positivo. En lugar de eliminar toda la fricción, es mejor eliminar la 'fricción mala' y agregar la 'fricción buena'. Esto significa agregar elementos que ayuden a los usuarios a tomar decisiones informadas y a sentirse seguros en su experiencia. Además, es importante pensar en la ética y la precisión de la IA generativa, como ChatGPT o Dall-E, que crea imágenes o textos basados en indicaciones de texto. Es importante considerar cómo estos sistemas pueden afectar a los humanos y cómo pueden ser controlados para evitar la generación de contenido erróneo o peligroso. Por último, es importante tener mecanismos de consentimiento adecuados para garantizar que los usuarios estén informados y puedan optar por compartir sus datos. Esto ayuda a construir una relación de confianza entre los usuarios y las empresas que utilizan la IA. En general, mantener a los humanos en el centro de los esfuerzos de IA es fundamental para garantizar que la tecnología se utilice para mejorar la vida de las personas y no para dañarlas.