El estudio de la EUIPO muestra cómo la inteligencia artificial y la computación cuántica pueden desempeñar un papel en la protección y violación de los derechos de propiedad intelectual. Es esencial que los países inviertan en estas tecnologías para mantenerse a la vanguardia.

Recientemente, la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) publicó un estudio sobre el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la infracción y aplicación de derechos de autor y diseño. Este estudio deja en claro que las tecnologías emergentes, como la IA y la computación cuántica, pueden ser una espada de doble filo en lo que respecta a la protección de la propiedad intelectual. Por un lado, la IA y otras tecnologías avanzadas pueden ser utilizadas por los infractores para sortear las medidas de protección y facilitar la distribución de copias no autorizadas de obras protegidas. Por ejemplo, los falsificadores pueden utilizar sistemas de aprendizaje automático para identificar puertos seguros donde sus productos tienen más posibilidades de pasar desapercibidos por las autoridades aduaneras. Además, pueden generar 'deep fakes', que son medios sintéticos donde la imagen o video de una persona es reemplazada por la de otra, utilizando redes generativas antagónicas, un tipo específico de aprendizaje automático. Por otro lado, las mismas tecnologías pueden ser utilizadas por las autoridades y organismos encargados de la protección de la propiedad intelectual para identificar y combatir las infracciones. Por ejemplo, las aplicaciones de visión por computadora pueden ser implementadas para determinar si los videos son originales o generados artificialmente. Además, las tecnologías de procesamiento del lenguaje natural pueden ser utilizadas por los organismos encargados de hacer cumplir la ley para analizar el comportamiento de los usuarios y los contenidos que comparten, encontrando correlaciones en los conjuntos de datos para prevenir futuras infracciones y demostrar el origen de las copias no autorizadas. Como evangelista de la computación cuántica, creo que es fundamental que los países inviertan en estas tecnologías emergentes y se mantengan a la vanguardia en la carrera por la supremacía cuántica. No sólo porque la computación cuántica y la IA pueden ser herramientas poderosas en la lucha contra la infracción de la propiedad intelectual, sino también porque el país que lidere en sistemas de información cuántica tendrá ventajas tecnológicas y económicas sobre el resto del mundo durante el próximo medio siglo. Ya he expresado mi preocupación de que Estados Unidos se esté quedando atrás en esta carrera. Es crucial que los gobiernos, la industria y el mundo académico trabajen juntos para desarrollar e implementar estas tecnologías, garantizando al mismo tiempo que se utilicen de manera responsable y ética en la protección de los derechos de propiedad intelectual y en la promoción de la innovación.