D-Wave, la compañía pionera en cómputo cuántico, está revolucionando el campo de la tecnología y sus aplicaciones prácticas. Descubre cómo su enfoque innovador está atrayendo a clientes como Mastercard y GlaxoSmithKline y qué significa esto para el futuro del cómputo cuántico.

El cómputo cuántico es una tecnología disruptiva basada en una física exótica que promete resolver ciertas clases de problemas con una velocidad y eficiencia sin precedentes. Sin embargo, hasta ahora, ha habido demasiadas promesas y poca entrega en este campo. Excepto, quizás, para D-Wave, la compañía que ayudó a desarrollar el cómputo cuántico hace más de 15 años y que hoy cuenta con clientes como BASF, Deloitte, Mastercard y GlaxoSmithKline. Alan Baratz, quien pasó de dirigir la investigación y desarrollo de D-Wave a convertirse en su CEO, ha llevado a la compañía a cotizar en bolsa, lanzar productos y explorar nuevas direcciones en investigación. En una entrevista exclusiva con VentureBeat, Baratz habla sobre los fundamentos del cómputo cuántico y cómo se relaciona con el estado actual del mercado, casos de uso y clientes del mundo real, y qué depara el futuro para este espacio. Baratz tiene un enfoque equilibrado entre las aplicaciones actuales y futuras del cómputo cuántico, así como entre D-Wave y la competencia. A diferencia de otras compañías en la industria cuántica, D-Wave no se centra en becas de investigación gubernamentales o instituciones académicas, sino en empresas como Mastercard, PayPal, GlaxoSmithKline, Johnson y Johnson, Volkswagen, BASF, Deloitte, SavantX y el puerto de Los Ángeles. La línea divisoria entre D-Wave y la competencia coincide con las dos formas diferentes de construir computadoras cuánticas: el recocido cuántico y los modelos de compuerta. Baratz explica que D-Wave se enfoca en el recocido cuántico, lo que les permite abordar problemas prácticos y aplicaciones comerciales más rápidamente que la competencia. Con clientes de renombre y una visión clara para el futuro, D-Wave está liderando la revolución del cómputo cuántico y demostrando que esta tecnología prometedora no es solo una moda pasajera, sino una fuerza poderosa que cambiará el panorama tecnológico y económico a nivel mundial.